miércoles, 3 de diciembre de 2008

carta a un amor perdido

Es un invierno lluvioso, gris, frío y se siente una brisa ligera en el aire.

Me he pasado toda la mañana dandome la vuelta buscando tu silueta, y siguiendo con los ojos cualquier rastro de tu reflejo, pero que hago?, si tu ya no estas mas a mi lado, aunque me encuentre triste y sola, no vendrás a consolarme ni a quedarte junto a mi.

mis lágrimas recorren mis mejillas pero la brisa fría trata de secarlas antes de que puedan ser notadas, sin embargo estas se congelan y delatan mi debilidad ante todos los presentes, he tratado de ser fuerte pero tu mejor que nadie sabes lo débil que soy cuando no estas conmigo.

te has ido, me has abandonado, ahora no puedes esperar que tenga valor para seguir adelante, te llevaste toda mi fuerza con tu partida, odio la melancólica mirada que me has obligado a tener cuando llega el invierno y no te tengo a mi lado, es tu culpa que ahora ya no pueda vivir sin ti.

me acostumbraste a depender de ti para todo, con el argumento de que siempre estarías a mi lado y ahora mirame no se hacer nada sin ti, no tengo deseos de levantarme cada día, creo que mi sufrimiento se interrumpiría si dejara de vivir, pero tu me has encadenado a la vida.

los días siguen pasando y tu no estas a mi lado, me has obligado a existir pero ahora yo no puedo ser como era antes, no puedo sonreír, mi ojos tienen un brillo de esperanza esa que albergo en mi corazón deseando poderte encontrar pero aun si me miento a mi misma se que no volverás.

estoy tan aburrida de vivir sin embargo tu me has encadenado a la existencia, aunque morir y vivir no tienen tanta diferencia pues ahora mismo parezco una muerta en vida y la razón por la que sigo respirando es porque así tu lo quisiste, pero quien te dijo a ti que yo quería vivir.

los días son monótonos, cada día es tan gris como el anterior y el siguiente pero claro tu no puedes verlo porque rompiste las cadenas que te ataban a la vida y me abandonaste, no me llevaste contigo supongo que no era lo suficiente para ti, te odio por no poder olvidarte y por seguir amándote.

cuando te fuiste sentí que me moría, y cometí muchas tonterías, después encontré tu carta, donde me pedías que te olvidara, que viviera y que rehiciera mi vida, pues siento decirte que no ha servido para nada porque tus recuerdos siguen grabados en mi corazón y no me dejan olvidarte.

todas tus caricias, tus sonrisas atrevidas, la forma en que tenias de disfrutar de la vida; aun no puedo entender porque te has ido, no decías que nunca me dejarías sola, mentira!, contigo te has llevado mi única alegría de vivir pero eso a ti no te importa después de todo estas muerto.

ya no sientes nada, no puedes ver mis ojos hinchados de tanto llorarte por las noches porque te echo de menos, no puedes ver como te persigo o mas bien a tu recuerdo, aun deseo que me despiertes de esta pesadilla y me abraces y me beses, que me digas al oído,Te quiero.

se que eso no pasara, solo anhelo que el tiempo cicatrice las heridas que has inscrito en mi corazón, esas que parecen no ser mortales pero que son capaces de matarte, han pasado casi diez años de muerte y aquí sigo yo llorandote, sola, triste y sin ninguna compañía mas que la de tu foto a la que me aferro para no olvidarte.

supongo que es contradictorio, después de todo este tiempo aun conservo esa foto que se ha convertido en mi mayor tesoro porque todo lo demás lo ido borrando el tiempo a su paso obligandome a decirte cuanto te extraño y cuanto te echo de menos, y aun si sigues queriendo que no te persiga y siga viviendo.


LARYMAR BLANCO